Claves para impulsar la innovación educativa a través de la educación internacional.

08.01.2020

Somos lo que aprendemos. Y lo que no se vive es imposible de ser integrado como parte de ese aprendizaje. Allí radica la importancia de la educación internacional no formal para abrir puertas a las generaciones de milennials y centennials. No solo en la dimensión profesional sino, especialmente, en su desenvolvimiento interpersonal.

Algo que crea un círculo virtuoso: toda inversión social encaminada en esa dirección repercute en el crecimiento económico y en el emprendimiento juvenil de valor para una sociedad.

¿El sistema educativo en España está fracasando?

En palabras de José Antonio Marinas "España ha perdido el tren del aprendizaje" y con ello, la capacidad de adaptarse a las exigencias de los nuevos paradigmas productivos globales, cada vez más aplicados a la generación de conocimiento que a bienes y servicios al uso. En la era del big data, algunos informes y datos parecen darle la razón: España cuenta con una de las tasas de abandono escolar más altas de Europa y el 25% de los jóvenes no obtiene el nivel ESO.

¿Cómo conseguimos subirnos al tren de nuevo?

Los programas de movilidad internacional son un complemento educativo fundamental en una era que exige respuestas a desafíos globales crecientes, como el cambio climático, las desigualdades económicas y de género, los conflictos territoriales. El contexto importa, y es un mundo cambiante y complejo, cada vez más interconectado y diverso.

Las competencias transversales que aportan estas experiencias, según la mayoría de sus participantes, no son algo que fácilmente encontrarán en ningún libro. La propuesta es ambiciosa, pero alcanzable, y comienza por echar a andar el ascensor social.

1. Favorecer la integración de competencias globales

La promoción de la igualdad educativa pasa por afianzar ciertas habilidades que, más allá de lo técnico, se consideran imprescindibles hoy día para alcanzar altas capacidades de influencia y poder de decisión en entornos cambiantes.

Este conjunto de activos llamados "Competencias globales" ya son medidos por un índice de la OCDE y han sido incluidos a partir de este año en el TEST PISA. Se trata de la última tendencia para estimar la cualificación que abrirá oportunidades de ascenso a futuros cargos medios y altos, tanto en gigantes como Google o Amazon, como en pequeñas startups.

Bajado a tierra, son aptitudes conocidas y ligadas a la inteligencia emocional, pero no siempre ejercitadas por todos/as, tales como el liderazgo empático, la comunicación asertiva, la capacidad para la resolución de conflictos y para crear alternativas innovadoras frente a nuevos retos, la resiliencia y la escucha activa, entre otras.

2.- Apostar por experiencias internacionales solidarias.

Un pensamiento crítico y autónomo se cultiva en contacto con la pluralidad de puntos de vista. Para exponerse a este contraste es necesario conectar con la diversidad y lanzarse a la exploración de nuevos ambientes, fuera de la "zona de confort".

La recompensa es obtener experiencias que van modelando el carácter de auténticos ciudadanos del mundo que desarrollan un alto grado de responsabilidad social, a raíz de experiencias personales de voluntariado internacional en comunidades del sur. Es el primer paso para contribuir a la sostenibilidad del planeta y a las relaciones armónicas entre las naciones que lo conforman.

El grueso de quienes conviven con personas que tienen otros saberes, formas de habitar el mundo y necesidades no cubiertas, reconocen y valoran la riqueza aportada por este contacto. Es el germen para promover vínculos con entornos cada vez más interculturales, con el potencial de construcción de grandes sinergias que implica en un entorno globalizado.

Otra habilidad que se profundiza y que hace ganar confianza para el desenvolvimiento en ambientes internacionales es la comprensión y comunicación en un nuevo idioma. El inglés es el puente para entablar muchas de las negociaciones, no solo económicas, sino entre los organismos internacionales como la ONU llamados a asegurar la gobernanza, la democracia y la diplomacia en nuestro mundo.

3.- Contribuir a la formación de líderes éticos en todo el proceso.

En nuestros tiempos, entender el panorama global y las problemáticas sociales, económicas,ecológicas, raciales y de género presentes con una mirada amplia es crucial. El enfoque crítico debe atender a la gran cantidad de complejidades y al entramado de actores que influyen en su agudización o en su solución. ¿Cómo preparamos a los jóvenes de hoy para ser los líderes comprometidos del mañana?

Frente al repliegue que proclaman crecientes opciones políticas de signo conservador, la respuesta se hace urgente. A los retos globales de hoy día se suma la labor de mantener a flote el ideal democrático europeo, basado en valores de solidaridad, justicia y paz. 

4. Crear una alianza por una educación de calidad

La agenda 2030 ha congregado a estados, entidades sociales, empresas y a la sociedad en general para dar un paso al frente por el cumplimiento de 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible. Sin duda, el Objetivo 4, que plantea la meta de una educación de calidad donde nadie quede atrás, es el punto de partida para que en lugar de una generación perdida contemos con líderes para impulsar todos los demás.

Por ello muchas son ya las empresas que han incorporado como parte de su Responsabilidad Social Corporativa el voluntariado corporativo. Algunas compañías como Delta Airlines incluso, pagarán a sus empleados para hacer voluntariado. Su CEO considera que aporta al entendimiento de un mundo que se mueve velozmente y de una «misión más amplia» que trasciende su negocio.

Cobra sentido que ante la incertidumbre que supone un modelo global vertiginoso se plantee una alianza por una educación para el desarrollo sostenible. Y que estos esfuerzos conjuntos reconsideren el modelo de relaciones humanas, laborales y profesionales en el mundo, con miras a un impacto transformador.

En este escenario, el compromiso de GLOBAL CULTURE es proponer experiencias de movilidad y voluntariado internacional que complementen la educación normada. De esta forma, jóvenes con gran potencial, pero con recursos reducidos, pueden formar parte de un intercambio con comunidades del sur que contribuya a una de las metas del ODS4 a través de un aprendizaje vivencial sobre igualdad de género, la cultura de la no violencia, la ciudadanía global y la valoración de la diversidad.

PUEDES PEDIR MÁS INFO DE NUESTRO PROGRAMA DE VOLUNTARIADO SOCIAL EN NEPAL ESCRIBIÉNDONOS A: info@globalculture.es , en el teléfono/whatsApp: 633.611.252. o rellenando el formulario: 

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